domingo, 24 de agosto de 2008

Corea del Sur es el nuevo campeón olímpico, pero Cuba mantiene su posición de avanzada


Corea del Sur es el nuevo campeón olímpico, pero Cuba mantiene su posición de avanzada


Coamo- 24 de agosto de 2008- Nos informa el Periodista Cubano Rey Otero que Corea del Sur en un final épico, destronó a la selección nacional de béisbol de Cuba con marcador cerrado de 3-2, en la final de este deporte hoy sábado en la mañana en el torneo olímpico de béisbol de Beijing, China.

Decir que Cuba perdió desde el punto de vista del torneo es cierto, como también es cierto que Corea del Sur, país que está emergiendo como una potencia mundial con dominio sobre sus rivales en el último año, resultó el mejor equipo del torneo, también es una realidad. Pero Cuba volvió a ratificar su clase de conjunto a derrotar en cualquier torneo que participe, ya sean Juegos Panamericanos, Copas Intercontinentales, Copas Mundiales, Juegos Olímpicos e incluso el famoso Clásico Mundial de Béisbol, arribando por 50 vez consecutiva a una final y cayendo por solamente octava vez desde 1962 en los principales torneos mundiales, quinta en Juegos Olímpicos y segunda vez en una de las cinco finales, que siempre los ha visto discutir el oro, con tres victorias a su cuenta, en una cadena que resulta muy difícil de igualar en cualquier deporte en el mundo.

Esta vez Cuba en un partido finalista, vuelvo a repetir, no perdió, ni por cuestiones vanas de técnica ni de táctica, simplemente cayó porque el lanzador abridor zurdo de Corea del Sur, Ryo Hyun-jin, fue superior en todos los sentidos, haciendo un pitcheo que de hecho se puede catalogar como histórico para su país con la victoria. Ryu, ya había lanzado un partidazo en la ronda clasificatoria ante Canadá a quien les tiró blanqueada de 1-0, con seis ponches y solo cinco hits permitidos, en esta ocasión sus lanzamientos resultaron indescifrables para los bateadores cubanos, y cuando únicamente cometió un error fue cuando le dejó un bola alta en el centro a Michel Enríquez en la misma primera entrada, para la primera carrera de Cuba por cuadrangular, la segunda vez, no se puede considerar un error, Alexei Bell en la séptima entrada le disparó un jonrón con un lanzamiento bajo, que el cubano despachó entre el jardín central y el izquierdo pero que más bien demostraba la calidad del bateador novato de la selección antillana.

En la novena, Ryo se complicó cuando Olivera le abrió con sencillo al izquierdo y después del sacrificio de Enríquez, concedió boletos a Cepeda y Bell para llenar las almohadillas, en conteos que no gustaron al receptor de los coreanos y que provocó una protesta, en la cual terminó siendo expulsado este – el receptor - y el lanzador coreano finalmente sustituido. Entonces en un final de alta intensidad, Yulieski Gurriel, el joven de 24 años de Cuba, arribó a la caja de bateo ante el relevista lateral de Corea, Taehyon Chong quien después de marcarle los dos primeros strikes, lo obligó a conceder un roletazo por el campo corto que sirvió para una doble matanza de segunda a primera, que daba por terminado el partido y que veía coronarse por vez primera en el marco olímpico a un país del continente asiático.

Un análisis más detallado de este partido de seguro lo harán los aficionados en cada peña o cada esquina de Cuba en los siguientes días, así de exigente es nuestra afición que no se conforma con la derrota – que a nadie gusta – pero ni siquiera cayendo con las botas puestas.

Cuba inició el partido con el lanzador zurdo – usualmente usado de relevista – Norberto González, quien realizó una labor excelente y quien nada más tuvo un error en todo el partido, y fue un lanzamiento en la esquina de afuera a uno de los hombres más peligrosos de la alineación de Corea, Y. S. Lee – recordado por sus memorables jonrones en el I Clásico Mundial – y que mandó el envío de González sobre la cerca del jardín izquierdo, con un hombre en circulación por hit, para las dos primeras de los asiáticos en el partido. A partir de ese momento Norberto se lució como abridor, y pudiera resultar una carta a tener en cuenta en esta función en nuestro conjunto nacional para futuros eventos, pues lanzó una pelota excelente durante 5 2/3 de innings, permitiendo esos dos primeros hits nada más, con dos boletos y dos ponches propinados, pero sobre todo actuando con un dominio de la zona de strikes y lanzamientos que les resultaba muy difícil de descifrar a los asiáticos.

En el sexto, en una sustitución controversial, Norberto, dejó el montículo para dar paso al veterano derecho Pedro L. Lazo, un hombre con una disposición sobremanera para cualquier partido de la selección, pero con un brazo cansado del trabajo realizado el día anterior ante los norteños en el juego semifinal durante tres entradas. El mismo Lazo llegó a la séptima entrada y después de sacar los dos primeros outs, permitió sencillo del noveno bate Park Jinman – su primero del torneo – al jardín derecho en una bola de fly que picó delante de Bell, quien se considera estaba jugado muy conservadoramente atrás para un bateador de este rango, y que después de arribar este a segunda por el boleto al siguiente bateador Jongwook Lee, anotó con el doble al derecho del segundo hombre en la alineación Yongkyu Lee, quien disparó dos de los cuatro hits de Corea en el juego, y quien en definitiva fue el que a la postre decidió el encuentro.

Lazo resultó el perdedor del juego e irónicamente su grandeza, la cual no es discutida por nadie, se ha visto empañada con las dos derrotas olímpicas de Cuba en su historia, ambas a su cuenta. En relevo de Lazo en esa séptima entrada llegó el debutante lanzador derecho Luis M. Rodríguez, quien usando su bola lateral y un control envidiable, lanzó relevo perfecto de 2 1/3 de entradas con dos ponches propinados, dándole posibilidades a la escuadra cubana de regresar en el partido y demostrando que su inclusión en el equipo olímpico, pudiera abrir la posibilidad a otros lanzadores que como mismo sucedía con él, han sido subestimados por años pese a rendimientos de consideración en los torneos nacionales de Cuba.

Pero Cuba no pudo remontar el partido y al final del último out, los coreanos desataron una fiesta con su victoria, no esperada por muchos, y que les dio por vez primera una medalla de oro en el béisbol olímpico. Corea del Sur, sin duda alguna, resultó en el torneo el mejor equipo y provocó con la victoria de hoy hacer historia para su país y dentro de los torneos olímpicos también, por ser primera vez que lograba algún equipo derrotar por partida doble al conjunto de Cuba, en el mismo evento.

Concluyó así un torneo olímpico que sin ninguna discusión, fue el de más alta calidad hasta el momento y que vio como un país como Japón, participante con sus mejores jugadores de su afamada liga profesional, regresaba a casa con una actuación decepcionante, sin siquiera una medalla en este torneo y con balance de 4-5 en el mismo. Por su parte Estados Unidos, en su regreso olímpico, quedó con bronce en lo que muchos consideran una buena actuación, pero que sin embargo no complació a la federación de su país, la cual había destinado suficientes recursos para un regreso triunfal dentro del ámbito olímpico.

Por su parte, Cuba volvió a quedar en la élite del mundo y su derrota y la pérdida del título olímpico, unida a las anteriores caídas en las finales del I Clásico Mundial del 2006 y la Copa del Mundo del 2007, harán que en la isla las autoridades deportivas comiencen a realizar un análisis más exhaustivo de las cosas que se deben mejorar o hacer mejor. Para algunos estas palabras ya se han escuchado y es cierto, cuando Cuba cayó en la final mundialista ante Estados Unidos en el 2007, se mencionó en muchos medios de Cuba e incluso en nuestro sitio, algunos de los criterios que podrían ayudar, primeramente a nuestro campeonato nacional a ser mejor, para después que toda experiencia positiva se revirtiera en el conjunto nacional. Pero a casi un año de esto en muchos casos los oídos han resultado sordos.

Pese a esto, nuestra selección, en una demostración más de la calidad que posee, mantiene la cima en el deporte a nivel mundial, por su consistencia internacional que causa asombro a muchos, pero nacionalmente se siguen haciendo muy mal las cosas y esto resulta imperdonable. Aún así, Cuba tuvo una gran actuación terminando con balance de 7-2 y descubriendo un nuevo retador en el deporte a nivel internacional, Corea del Sur, equipo que muchos calificaron de sorpresa pero que de manera merecida vio coronar sus esfuerzos, después de grandes labores internacionales entre las que se incluyen su paso por el I Clásico Mundial.

El béisbol ahora se verá ausentado al menos por ocho largos años del panorama olímpico y Cuba, posiblemente bajo otra generación de peloteros, estará encargada de mantener su nivel y centrar sus esperanzas por la inclusión de este deporte en la edición del 2016, para de ese modo tratar de reconquistar la corona que ya una vez vieron perdida y que regresó a nuestras vitrinas. Ese debe ser el compromiso de nuestro deporte nacional y de los que están a cargo del mismo con toda la afición, no solo de la isla sino alrededor del mundo. Esperemos así sea.

Editado por Ramón Luis Vázquez de Noticiasillescanos.com