ANDRÉS PASCUAL: OTRA GLORIA CUBANA QUE SE FUE, FERNANDO HEYDRICH
USA, 3 de abril de 2010. Hace varios años recibí una llamada de Rene Molina desde Puerto Rico para informarme que alguien que “quería conocerme” me llamaría por la tarde, era Fernando Hydrich, uno de los últimos baluartes de la gloriosa y vieja guardia del diarismo deportivo cubano; junto a Rene, a Rai García, a Ramiro Martínez, a Cesar Temes, a Fausto Miranda acaso los últimos de un periodo de esplendor inigualable para el deporte profesional cubano, del cual la prensa formo parte indisoluble.
Yo soy fanático del viejo atleta; el moderno, a base de exquisiteces tecnológicas dignas de otra galaxia, no puede competir ni con clase ni, mucho menos con dignidad, con el viejo paladín; por eso me siento orgulloso de que Tony Taylor o Camilo Pascual me contemplen entre sus amistades y no me reprocho en lo absoluto no haber logrado lo mismo ni con José Canseco ni con Reynaldo Ordóñez. Valoro mas tratar a Andrés Fleitas que a Barry Bonds; a Wilfredo Calvino y a Patato Pascual que a Freddy González…
¿Por que quería conocerme Fernando? Al momento, yo emborronaba cuartillas en Diario las Americas por la mediación siempre profesional y solidaria del entonces editor de la sección deportiva, Marino Martínez y en un comunitario de Fernández jr. por mediación de otra gloria nuestra aun vivo, Cesar Temes…Bueno, porque Rene Molina, con un elevado nivel de exageración, le sometió algunos de mis materiales como “ejemplos de chispa y agudeza” y, como Cesar Temes por otro lado en alguna ocasión, se refirió a mi como “dueño de un estilo colorido”; claro, ni hoy ni nunca he creído eso; pero fue la manera que empleo el maestro Rene Molina para presentarme “en sociedad” en el cuartel general del grupo representativo de la prensa cubana que se instalo en la Isla del Encanto y desde el que revolucionaron la forma de hacer periodismo en cuanto diario de prensa plana, revista o magazín fundaron o ayudaron a hacerlo, junto a Ramiro Martínez y el inigualable Felo Ramírez.
Anoche me envió el legendario escritor y comentarista cubano Ángel Torres desde Los Ángeles la versión digital de la semana del periódico “20 de Mayo”, del cual es editor deportivo, con una reseña de la muerte de Fernando Heidrich en Puerto Rico, redactada por un periodista, posiblemente uno de sus discípulos, para un periódico de importancia allá.
No hay un medio de Miami que se haya hecho notar con la noticia de la perdida de un maestro de la crónica deportiva a los 94 anos, no en tierra extraña; sino en un lugar que le acogió, como al resto de los demás guerreros de la crónica de la Feria del Músculo cubana que decidieron exiliarse allá, como a un hijo, porque como hijos agradecidos se comportaron estos ilustres caballeros de la maquina de escribir ayer y de la computadora hoy en Borinquen…
Cada día que pasa Miami se parece mas a una Habana que quisiéramos desterrar de nuestra memoria reciente, la ciudad tomada por la horda castrocomunista; tanto su población como sus medios dan la impresión de responder a los intereses que provocaron el destierro y que destruyeron a Cuba, que a la representación de lo que se supone deba ser: el bastión principal de lucha contra el castrocomunismo en todos los frentes.
No es estraño que ni las muertes de Rene Molina, ni la de Rai García fueran abordadas por la prensa diaria de la ciudad con el respeto que merecieron por su trascendencia; sin embargo, hay que pensar que, aun reflejar ese recuerdo, le quede grande a estos editores.
La estatura profesional y ciudadana de cubanos como Fernando Heidrich, fallecido y cremado en un lugar en el cual se le valoro en toda su extensión, es mas, mucho mas que lo que pueda manejar esta prensa enana de por aquí. Como el Granma en Cuba, optaron por callar y, acaso eso fue mejor que tres líneas en las que quizás hubieran aparecido varias inexactitudes sobre la leyenda. En cualquier caso, ni con los recuerdos pueden.
Por Andrés Pascual Cronista Deportivo Cubano y Ex Prisionero Político
