miércoles, 22 de mayo de 2013
Anibal: “Cómo dije, pero repito: luchar contra nuestros prejuicios no es fácil, pero hay que hacerlo”
Anibal: “Cómo dije, pero repito:
luchar contra nuestros prejuicios no es fácil, pero hay que hacerlo”
Coamo, 22
de mayo de 2013. A continuación comunicado de Anibal Acevedo Vila. Comienza la
cita. Al ver la reacción inicial de los miembros populares y penepés de la
Cámara de Representantes a las propuestas legislativas para alcanzar la
equidad y continuar luchando contra los prejuicios que todavía hoy tenemos como
sociedad, tuve un flash back. Regresé al momento que viví hace
más de 20 años cuando era asesor legislativo del Gobernador Rafael Hernández
Colón y bajo el liderato vertical de la senadora Velda González y el apoyo
decidido de Miguel Hernández Agosto, como Presidente del Senado, el Senado
había aprobado con el respaldo de La Fortaleza, el proyecto de ley que
tipificaba como delito la violencia doméstica. Lo que está pasando hoy, me hizo
recordar que cuando el proyecto de ley contra la violencia doméstica llegó a la
Cámara de Representantes, parecía destinado a morir. Los mismos argumentos
retrógradas que hoy se hacen, se hacían entonces: "Esa ley no es
necesaria, para eso ya hay otras leyes"; "si aprobamos esta ley, a
dónde vamos a parar"; "esta ley va a provocar que los Tribunales se
llenen de casos porque las esposas van a denunciar a los esposos por cualquier
tontería", y otros similares.
Al igual
que hoy, ninguna de las personas que se oponía a la medida en la Cámara hace
más de 20 años, se atrevía a decir su verdad: para ellos, insultar a "su
mujer", humillarla o pegarle, "de ser necesario", era algo
natural "y parte de nuestra cultura". Al igual que hoy, los que
se oponen no se atreven a decir lo que de verdad sienten y piensan: no
quisieran tener a un homosexual de vecino, ni de pariente y se quisieran
reservar el derecho a no emplear a una persona si sospechan que es gay o
lesbiana "porque son raros".
Pero,
afortunadamente, al igual que hoy, en aquel momento las mujeres y hombres que
luchaban para erradicar la violencia doméstica no se quitaron y muchos
reconocieron sus prejuicios y aceptaron dar un paso al frente para
erradicarlos. Recuerdo que cuando el proyecto se llevó a votación, finalmente,
no sabíamos con certeza si iba a tener los votos para ser aprobado, pero al
llegar la hora de la verdad, el momento histórico se impuso a los temores
políticos y a los prejuicios. Los rostros de aquellos reaccionarios votando A
FAVOR, (de mi partido y del PNP) nunca los olvidaré. El resto es historia. Hoy,
nadie se atreve a negar que la Ley 54 fue un paso gigantesco de avance a favor
de las mujeres puertorriqueñas, aunque siga siendo un grave problema social
contra el cual hay que seguir luchando todos los días.
Tengo la
certeza de que lo mismo sucederá en este momento. Las fuerzas de la historia se
impondrán sobre los miedos, los prejuicios y el cálculo político. A los
miembros del PNP que dicen que luchan por la igualdad política (según ellos la
definen), no olviden que la igualdad humana es pre-requisito para cualquier
modelo de igualdad política. A los miembros de mi partido en la Cámara, hombres
y mujeres, que sepan que para eso son mayoría, para propiciar cambios reales,
no para ser detentes del cambio social. Además, si estaban en contra de estas
medidas, debieron pararse en la Asamblea de Programa de Gobierno del PPD y
decirlo de frente. Decirlo ahora, luego de que ganaron su escaño con esas
promesas en el Programa de Gobierno, no solo es un acto de cobardía, sino
también de negación democrática.
Los
invito a que hagan lo mismo que hicieron los que les precedieron hace 20 años,
confrontados con las fuerzas de la historia. No se trata de partidos, se trata
de dignidad. Ya el Senado se creció y ahora le toca a ustedes: voten A
FAVOR. Voten SÍ. El veredicto del juicio de la historia está
pendiente. Termina la cita. Le recordamos que pueden
visitar nuestra página electrónica WWW.NOTICIASILLESCANOS.COM para más información o videos de este tema
y otros temas.