jueves, 24 de septiembre de 2009

Nubes Negras En El Firmamento Del Baseball Cubano


Nubes Negras En El Firmamento Del Baseball Cubano

USA, 24 de septiembre de 2009. Castro no tenia la mínima voluntad de mantener la pelota en el plano de grandeza a que se había llegado; incluso el interés de “los representantes del pueblo” era eliminarla como deporte de amplia demanda y apoyo gubernamental: en Cuba no se jugo pelota en 1961. Solo fue un ensayo de lo que se pretendía: no preparar mas campeonatos organizados por el gobierno ni que utilizaran los medios para su difusión. ¿Por que desistieron de lo que casi era un hecho? ¿Por que abandonaron la idea de imponer el balompié como deporte nacional apoyado y difundido por la dictadura?

A ciencia cierta, nadie lo sabe; aunque se cree que al tirano le sugirieron que, por lo caldeado de la situación con el movimiento anticastrista; con los “alzados en armas” como punto álgido de preocupación, pues, a la carrera y con mil errores de organización debería engavetarse la idea de la eliminación del deporte nacional hasta nuevo aviso. Entonces se celebro, un año después de eliminar La Liga Cubana de Béisbol Profesional de Invierno, se efectuo el primer juego de la primera de las llamadas Series Nacionales del 1962, desde ese momento, el béisbol castrista, engendro la propiedad absoluta del propio Castro y de algunos “asesores” de no tan buena voluntad como Martín Dihigo, que fue quien le propuso al dictador “masivizar” el béisbol de San Antonio a Maisi. Además de convertirse en un acido critico del béisbol profesional desde un programa de radio y desde una columna de periódico. Se dice que el Inmortal, que fue totalmente abandonado por “su Revolución”, después cambio algunas de “sus ideas”.

Para su “primera serie nacional” en 1962, como no hubo campeonato oficial en 1961, pues se utilizo lo que quedaba del equipo Teléfonos que había ganado la Liga Nacional en 1960 bajo las ordenes de Oscar Garmendia, que no estaría allí, porque se había asilado en Costa Rica durante la Serie Mundial Amateur; Garmendia fungió como coach del equipo Cuba y fue uno de tres que pidieron asilo político en el país centroamericano en plena invasión de Bahía de Cochinos; los otros dos, Pepe Fernández, centerfielder de los Caribes de la Universidad y suplente del equipo nacional en los jardines y Clemente “Sungo” Carreras, el manager.

Ese fue un equipo al que llamaron Habana y que no tendría a Rigoberto “Tito” Fuentes en la segunda base, porque ya había viajado hacia Estados Unidos como parte del ultimo grupo de peloteros firmados por los clubes del Béisbol Organizado.

Con convocatorias a un entrenamiento hecho a la carrera, en los cuales se aceptaron profesionales para poder completar los rosters de los tres equipos restantes: Occidentales, Azucareros y Orientales y que solo uno fue protestado, un antesalista villareño del equipo Azucareros, arranco la primera serie nacional, caricatura de mal gusto no solo de la Liga Cubana, sino de cualquier campeonato amateur organizado en el país.

Esta fue la tumba del béisbol cubano ya que fue la primera paletada de tierra sobre un tipo de pelota única en el Caribe y fue un símbolo del béisbol de la región, eliminada en esencia desde el primer momento; como deporte, según el propio dictador, “…no es suficiente en el desarrollo atlético del individuo por pasivo…” y como ideología, porque no se podía mantener en plano de alta demanda fanática un deporte a través del cual se habían estrechado afectos con Estados Unidos. Que había sido un puente verdadero de amistad por compartirse publico común y actividad en el diamante de juego en ambas orillas, cuando lo que ya se imponía era un odio enfermizo, vicioso y fanático no solo contra el béisbol organizado y el gobierno americano; sino contra todo el pueblo de Lincoln: “Abajo los Yanquis” no especificaba nivel político-social como slogan, Eran los yanquis y se acabo!

El nivel de decadencia acelerada por el divorcio con el Béisbol Organizado; la sustitución de profesionales del béisbol en niveles de asistencia al jugador por individuos que incluso nunca habían jugado pelota y que se hacían cargo del entrenamiento y la dirección de peloteros con edades oscilantes entre 22-25 años. Además de la creciente corrupción tanto entre peloteros como entre “técnicos” y burócratas del béisbol, rápidamente comenzaron a fracturar las bases históricas de fuerza, organización y poder de la pelota cubana. Entonces el espectáculo tampoco se presento vistosamente, ni con la elegancia a que acostumbraba este deporte y no solo en Cuba: el césped quemado por no regarlo; los asientos de estadios rotos y sin pintar; nada alegórico como no fueran las consignas políticas de rigor; zapatos spikes rotos en nivel de nacional y hasta nombres de equipos o números de la espalda con pintura tan mala que se despintaban la mitad, de tal forma que el equipo Pinar del Río, podía leerse en un uniforme cualquiera P…. ..l R.o; o un # 14 podía convertirse en un # 1 o en un # 4. Como colateral, la bebida en los bancos y el jugador y hasta el manager en desenfrenada carrera alcohólica; además del uso de pastillas de alto poder alucinógeno o analgésico de supuesta receta medica, negociada solo con la presencia personal del atleta ante el mostrador de compra.

El plan de eliminar el béisbol, que ha sido una obsesión de Castro a través de 50 años en los cuales se le hecho creer a la población y al mundo que el tipo es un fanático del béisbol, se concentro entonces en “el largo plazo” y razonado a través de la intención de corromper el deporte, debilitarlo y mermarle su participación a extremos ridículos para tener lo que se tiene hoy, que no es mas que una población que si no tiene al balompié por encima de la pelota en cuanto a aceptación, lo tiene en igual nivel. A como diera lugar, el plan ha sido decepcionar al publico hasta sacarlo de los estadios y, con esta justificación, proceder al cierre del canal beisbolero para siempre.

Castro nunca fue fanático del béisbol; nunca fue, como también han inventado, ni un jugador ni mucho menos un prospecto para Joe Cambria; el béisbol, para el dictador cubano, solo ha sido otro arma con la que ha manipulado al pueblo cubano y a cuanto iluso internacional se le ha parado delante: en 1989, en ocasión de celebrarse en Pinar del Río uno de los festejos que acostumbra, en la sede universitaria y delante de periodistas incluso, le pidieron ayuda para un terreno de pelota y, sorprendidos muchos de los concurrentes, vieron la verdadera intención del tirano cuando dijo, acaloradamente y luego de patear una pared: “estoy cansado de que me pidan ayuda para terrenos de pelota, les he dicho que para esa m… burguesa no hay un kilo por parte nuestra; pídanlo para terrenos de fútbol mas acorde con nuestra ideología y mas integral para nuestra sociedad…” Jorge Fuentes, manager de equipos de pelota en la provincia, incluso del equipo Cuba, estaba allí; Sebastián Ferrer Pimienta y Julio Duarte Alonso, estaban allí, el rector de la sede universitaria, estaba allí; Leonel Valdés, alias “Tata”, J’ del Departamento Ideológico del Partido Provincial, estaba allí…y quien me lo dijo, técnico del béisbol en el estadio del cual me reservo su nombre.

El fraude castrista con el béisbol esta llegando a su fin; no para bien, esas derrotas internacionales no van a provocar pasos de mejoría, positivos; no, van a acelerar lo peor para, con la justificación de la perdida de interés del fanático que se ha pretendido de una y mil formas como la desmoralización del béisbol en la capital por los arreglos de juegos, hacer lo que Castro siempre quiso, que no es mas que alejar al fanático del estadio para quitar el béisbol para siempre como actividad protegida y asegurada por el gobierno; el que no lo crea, que piense solo en que quito la carne, la leche, el marisco…vamos a ver si cuando esto ocurra aplauden allá la decisión como en 1961 aplaudieron el descabezamiento del entonces mejor béisbol del mundo mas allá de las fronteras de Estados Unidos.

El cambio de mentalidad en el cubano desde hace 20 años, que le exige al dictador lo que este no prometió nunca desde que elimino el deporte profesional con el lema “el triunfo de la pelota libre sobre la pelota esclava” y que consiste en que ponga a vivir a sus peloteros a la manera como lo hacen los profesionales, se erige hoy en el mas formidable enemigo posible de la sobre vivencia del béisbol cubano la suerte de la pelota cubana; aun de la débil y corrupta de hoy, esta echada.

Por Andrés Pascual, Cronista Deportivo Cubano Y Ex Prisionero Politico