viernes, 9 de octubre de 2009

Andres Pascual: Hay Sustituciones Que Ofenden


Andres Pascual: Hay Sustituciones Que Ofenden

USA, 9 de octubre de 2009. El pitcher nudillista y miembro del Salón de la Fama, Hoyt Wilhelm, fue miembro del staff de los Leones de Habana durante dos temporadas: 1950-51 y 1951-52. El primer año, el catcher norteamericano Del Wilber debió sufrir una de esas humillaciones a que están sometidos algunos receptores cuando son incapaces de recibir cierto tipo de lanzamiento y, posiblemente, el nudillo sea el más difícil de “mascotear”.

Resulta que el enmascarado importado no pudo recibir los lanzamientos brujos de Wilhelm, por lo que el gran Mike González, receptor de excelencia y sapiencia mucho mas allá que lo común, se vio obligado a colocarle al pitcher americano al nativo y también gran receptor, Gilberto “El Chino” Valdivia, que dominaba una mascota relativamente grande con facilidad y ternura; Valdivia era un catcher “mascoteador” de mano detrás y valor punto menos que espartano a pesar de su corta estatura. Ese ano Wilhelm gano 8 juegos y perdió 6 y su promedio de limpias fue de 2.36.

Al año siguiente el pitcher importado fue acompañado en la batería por Ray Katt, mucho mejor recibiendo el enigmático e indescifrable nudillo, para el que decía mucho después Valdivia que había que utilizar una mascota lo mas suave posible.

El mal rato de ser sustituido como catcher por un pitcher estelar que se incomodo, le ocurrió también al boricua Javier López con Gregg Madduxx y el puertorriqueño acogió la decisión del Profesor sin chistar, porque, a fin de cuentas, era Madduxx.

Este año volvió a ocurrir con otro boricua cuando A. J. Burnett le declaro a Joe Girardi que no se sentía bien con Jorge Posada; dicen que otros serpentineros también se han quejado. El parche al grano resulto en colocar a José Molina, otro boricua, cada vez que lanza A. J.

Hubiera podido considerarse que boricua por boricua todo quedaba en casa; pero, no, Posada se molesto y lo ha hecho publico; ha visto como una afrenta esa sustitución…

Tendrá razones el catcher regular de los Yanquis para estar molesto? Si y no. Si, porque ha sido el ultimo catcher regular de los Mulos durante mas de 10 años; le ha recibido, sin que chistaran, a pitchers iguales y mejores que Burnnett; ha sido el jugador del peto, la escafandra y la mascota incluso en juegos de no hit no run y es un veterano de la franquicia que casi seguro ve como una ofensa por exclusión su buen trabajo sostenido durante varios anos en temporada, playoff y Series Mundiales. Por esas razones, Posada tiene que sentirse anímicamente mal.

Pero del otro lado del asunto esta el club y un pitcher que no es el de cabecera; pero es el segundo en la rotación con salario de esos fácilmente considerable en el rango de fantástico que, sencillamente, ha dicho que no se siente bien con el como receptor y Joe Girardi, un buen catcher en sus anos de jugador activo, inteligente…sabe que ningún pitcher puede realizar un buen trabajo si no hay una química perfecta en la batería, a partir de una mutua comprensión, entendimiento y aceptación por parte del pitcher. El reclamo de un catcher ante una situación como esta, solo es permitido por el manager si el lanzador es un novato.

También Girardi, que cargara cualquier culpa si los Yanquis no ganan, sabe que su puesto hay que protegerlo de la mejor forma posible y uno de los aspectos que sobresalen para lograr el team work es la conformidad y el animo comprensivo de los jugadores que salen al terreno diariamente; pero un pitcher incomodo con un catcher, sobre todo el segundo de la rotación, significa por lo menos 45 % de imposibilidad de éxito; entonces el manager protege la posibilidad de victoria, que en buen español quiere decir su trabajo. El mundo no se acaba para un catcher porque un pitcher no lo quiera.

En los anales del béisbol de Grandes Ligas, una sustitución como la que es objeto Jorge Posada no se ve de tal forma que genere un complejo de inferioridad; eso se ve así únicamente en la pelota que en Cuba llamamos “de manigua” que quiere decir mala, bruta y ridícula. No es más ofensivo que el famoso “ultimo palo” que se produce con un bateador que le sustituyen en conteo desfavorable por otro y que si es una muestra de lo poco que considera al jugador y al juego el director que lo haga.

Por cierto, en la Serie Mundial Amateur de 1970 que se jugo en Colombia, el manager de la novena de Castro, Servio Borges, envió a un bateador zurdo nombrado Urbano González contra el pitcher derecho Burt Hooton en sustitución de un bateador derecho que bateaba mas que el sustituto, Fermín Laffita, solo porque el sustituido no pudo descifrar-nadie lo logro-, el “spitter-knucle” que tiraba el americano. Eso si fue una bajeza, una estupidez y una ofensa al juego sobre todo. No lo que Joe Girardi hace con Jorge Posada por exigencias del propio pitcher. Además, como si fuera poco, dicen que otras voces de la serpentina en el staff, también se han quejado veladamente; así que…

Por Andrés Pascual, Cronista Deportivo Cubano y Ex Prisionero Político