jueves, 7 de enero de 2010

Andrés Pascual: Castigaron A Roberto Alomar


Andrés Pascual: Castigaron A Roberto Alomar

USA, 7 de enero de 2010. No me sorprendió que Roberto Alomar no fuera seleccionado en el primer intento a Cooperstown; es más, si para la próxima tampoco fuera elegido, seguiría sin sorprenderme y la próxima y la próxima de próxima; ni si dejan correr su candidatura hasta un día antes de cumplirse la elegibilidad de 15 años por la Asociación de Cronistas en voto regular, hasta que éste sea depositado en los brazos del viejo, cansado y, como la Asociación, cegato Comité de Veteranos.

Hace más de un mes redacté un material para Puerto Rico que titule: “Alomar es selección de primer año; a menos que…” hoy vuelvo a repetir lo que significa la sugerencia; aunque la expliqué detalladamente antes: al inmortal intermedista de Salinas, uno de los mejores de todos los tiempos, lo castigaron por el incidente con el umpire John Hirschbeck que trajo como consecuencias el salivazo, castigo de multa y suspensión por MLB y una reconciliación posterior que, según todo el que lo conoce, es absoluta, de tal forma que aquel árbitro agredido ayer, hoy es un buen amigo del boricua y uno de los que más lo apoyo para su elección al Templo.

Andre Dawson, con 77 % del voto, resultó elegido. El Halcón tiene buenos números, de hecho, es un jugador con méritos suficientes para estar en el recinto: .279 de promedio en 21 años; 2774 hits; 438 jonrones y 314 bases robadas; 1591 carreras impulsadas; Novato del Año en 1977 y MVP en 1987, cuando disparó 49 cuadrangulares y remolcó 137. Además, 8 Guantes de Oro; 8 Juegos de Estrellas; 4 Bates de Plata como mejor jugador de su posición en los jardines; Dawson fildeó para .983.

Los números a veces no son comprensibles si no se observa el juego en el terreno: el sacrificio por la victoria, el dolor ante la derrota y la clase de juego, frío o caliente que le haga cumplir el papel de un líder no solo para su club; sino para la fanaticada. Por eso en el béisbol, desde hace muchísimo tiempo, el más sabio de todos los periodistas que sobre béisbol han escrito, Dan Daniela, acuñó la frase de: “En este gran juego, también los números mienten…”

Pero se habla de Alomar, considerado por muchos entendidos como uno de los cinco más grandes intermedistas de la historia, uno de los completos e inteligentes que jugara en la segunda base en cualquier época, con 12 Juegos de Estrellas, 10 Guantes de Oro, 4 Bates de Plata, 474 bases robadas, 1134 impulsadas, 504 dobles, 210 jonrones, 2724 hits y .300 de promedio…como si fuera poco, fildeo para .984.

¿Qué pasó con el boricua? Nada, que se le castigó porque no se comportó como “un buen Pancho” que era la forma como comúnmente identificaban al hispano cuando el Show I love Lucy ocupaba espacios de audiencias elevadas en la televisión americana. En aquella época, sin escupir a nadie, a Orestes Minoso le robaron el Novato del Año para dárselo a Gil McDougal, de los Yanquis y, en su año con Montreal en la Internacional, a Roberto Clemente, un racista abusador le dio una galleta cobarde en la cara…

A mi no me sorprendió y me preparé para la mala nueva posible, de hecho, un artículo mío lo reflejó, y de paso recordé lo que le ocurrió a Marichal en 1965 por su bronca con John Roseboro. Queda por ver si es una cadena perpetua, o un solo año que contemple trabajo comunitario después; por tratarse de estos individuos de la crónica americana, con excepción de alguno como Peter Gammons, todo puede suceder. Son el tipo de gente a los que, a veces, ni les interesan los números ni la actuación en el terreno de juego y después, no mezcle lo político con lo deportivo; pero que me explique alguien si acaso esto no es material de lo primero.

Por Andrés Pascual, Cronista Deportivo Cubano y Ex Prisionero Político