Andrés Pascual: El Encuentro Entre Coto y Pacquiao
USA, 16 de noviembre de 2009. A veces hay que escuchar las voces de la experiencia: el sábado pasado, mientras disfrutábamos de una copa de vino en el homenaje y entrega del Premio Nacional de Periodismo al periodista y narrador de FOX en español Ángel Torres, el legendario periodista cubano del sector boxístico, Cesar Temes, con mas de 60 anos en la crónica deportiva, ex asesor del Secretario de Boxeo y Lucha durante la Cuba republicana Oscar Martínez Conill; ex manager de boxeadores profesionales; ex narrador de boxeo y ex J’ de Relaciones Publicas del promotor-manager Cuco Conde, me dijo: “Yo creo que Pacquiao debe ganar esa pelea, porque los golpes que Antonio Margarito le dio a Coto, tienen que haberle causado algún efecto, fueron muchos, muy duros y a la cabeza y en sus ultimas dos peleas el boricua no se vio fuerte como debe ser un peleador aun joven en el pináculo de su carrera…” Ya yo había escrito dos columnas que, considerando esa opinión y una de Gonzalo López Silver, nunca las hubiera hecho; según Gonzalo: “…Coto solo puede ganar si Pacquiao tiene un día no malo; sino muy malo…” el boricua esta “machacado” y el filipino se mueve muy rápido…
Dos, tal vez, verdades meridianas: en primer lugar, un júnior welter natural no se puede mostrar tan débil como Coto, porque en los anales de Fistiana nadie que subió tan alto en peso pudo mostrar una potencia como la de los golpes del filipino contra pesos naturales de mas de 20 libras desde sus originarias 106-126; segundo que el esfuerzo del filipino por llegar al peso casi welter, siempre genera una perdida de fuerzas durante la pelea y una reducción evidente de la velocidad en el ring independientemente de la excelencia del training por efectos de deshidratación.
Segundo, que no es posible que al peso superior natural lo dañen los golpes de la manera como le ocurrió al puertorriqueño ante los del asiático; solo hay que recordar que, cuando Roberto “Mano de Piedra” Duran subió de división que solo eran 7 libras para empezar, ya ni pegaba como el Manos de Piedra de la división ligera, ni soportaba como lo había hecho en las 140. Pero a Armstrong le ocurrió igual, y a Ultiminio Ramos, y cuando Sugar Ray Robinsón quiso agregar su tercera faja a su vitrina gloriosa, luego de superar al campeón mundial lightheavy weight Joe Maxin por mas de 10 rounds, no pudo combinar el esfuerzo con el calor en la tarima y se cayo derrumbado, totalmente exhausto por el esfuerzo que le deshidrato sin recibir castigo casi.
A Pacquiao hay que felicitarlo por la victoria de anoche, nada mas que eso, porque, a pesar de comportarse como un superman del ring, las cosas del boxeo de hoy dan asco: Coto no pudo, no supo, o no lo dejaron hacer su pelea que era infight y contra las sogas el filipino que, como todos los zurdos, no le gusta el combate allí porque no es bueno en esa zona.
Los ganchos de Coto, los famosos ganchos del boricua, alguien se los guardo en el camerino de tal forma que no los pudo encontrar para llevarlos al ring.
De un peleador de buena pegada, Pacquiao, por efectos de nadie sabe que, emerge como un brutal aporreador que impresiona mucho mas que la leyenda llamada Archie Moore; de ser un peleador de estilo desordenado y feo, aparenta un peleador mas fino que Robinsón y de moverse con gran velocidad, luce mucho mas rápido que aquella maravilla que gano un asalto sin tirar y que se llamo Willie Pep. Y lo peor de todo, lo promocionan así, a la silenciosa.
A las puertas del desafinado concierto, lo que se comentaba antes del pleito de anoche que, viéndolo bien, era un gran riesgo si se analizaba con buen juicio, la pelea de Pacquiao contra Mayweathers jr. Iba, por encima de Mahoma si aparecía en el desierto; entonces, ¿Como fue posible que Manny Pacquiao estuviera derrotado a Coto antes de subir? Esa son las cosas que no se explican claramente; pero que conociéndose que el objetivo es un PPV inigualable, a partir de lo que vende el Pretty Boy, tal vez aclare un poco las “entendederas” de los inconformes que, como yo, los hay.
Hay un detalle que nadie puede cansarse de repetir: Pacquiao no demostró en lo absoluto superioridad sobre el azteca Juan Manuel Márquez; vamos a ver la forma como funciona la maquinaria oficial de los “mandamases” que hacen las realidades del ring sin tirar un golpe, si dejando prevalece el juicio sensato a la evidencia del ring con la victoria de Floyd Mayweathers jr. o provocando que gane el filipino de forma mas impresionante que como resulto contra de la Hoya, contra Hatton; o contra Miguel Coto anoche en Las Vegas.
A mi modo de ver, Coto debe tomar con seriedad una decisión ante su futuro que no debería estar divorciada del retiro, por su salud como ser humano, por su familia y, por que no, por el propio prestigio que se ha ganado en tan duro y exigente deporte.
Por Andres Pascual, Cronista Deportivo Cubano y Ex Prisionero Político
Dos, tal vez, verdades meridianas: en primer lugar, un júnior welter natural no se puede mostrar tan débil como Coto, porque en los anales de Fistiana nadie que subió tan alto en peso pudo mostrar una potencia como la de los golpes del filipino contra pesos naturales de mas de 20 libras desde sus originarias 106-126; segundo que el esfuerzo del filipino por llegar al peso casi welter, siempre genera una perdida de fuerzas durante la pelea y una reducción evidente de la velocidad en el ring independientemente de la excelencia del training por efectos de deshidratación.
Segundo, que no es posible que al peso superior natural lo dañen los golpes de la manera como le ocurrió al puertorriqueño ante los del asiático; solo hay que recordar que, cuando Roberto “Mano de Piedra” Duran subió de división que solo eran 7 libras para empezar, ya ni pegaba como el Manos de Piedra de la división ligera, ni soportaba como lo había hecho en las 140. Pero a Armstrong le ocurrió igual, y a Ultiminio Ramos, y cuando Sugar Ray Robinsón quiso agregar su tercera faja a su vitrina gloriosa, luego de superar al campeón mundial lightheavy weight Joe Maxin por mas de 10 rounds, no pudo combinar el esfuerzo con el calor en la tarima y se cayo derrumbado, totalmente exhausto por el esfuerzo que le deshidrato sin recibir castigo casi.
A Pacquiao hay que felicitarlo por la victoria de anoche, nada mas que eso, porque, a pesar de comportarse como un superman del ring, las cosas del boxeo de hoy dan asco: Coto no pudo, no supo, o no lo dejaron hacer su pelea que era infight y contra las sogas el filipino que, como todos los zurdos, no le gusta el combate allí porque no es bueno en esa zona.
Los ganchos de Coto, los famosos ganchos del boricua, alguien se los guardo en el camerino de tal forma que no los pudo encontrar para llevarlos al ring.
De un peleador de buena pegada, Pacquiao, por efectos de nadie sabe que, emerge como un brutal aporreador que impresiona mucho mas que la leyenda llamada Archie Moore; de ser un peleador de estilo desordenado y feo, aparenta un peleador mas fino que Robinsón y de moverse con gran velocidad, luce mucho mas rápido que aquella maravilla que gano un asalto sin tirar y que se llamo Willie Pep. Y lo peor de todo, lo promocionan así, a la silenciosa.
A las puertas del desafinado concierto, lo que se comentaba antes del pleito de anoche que, viéndolo bien, era un gran riesgo si se analizaba con buen juicio, la pelea de Pacquiao contra Mayweathers jr. Iba, por encima de Mahoma si aparecía en el desierto; entonces, ¿Como fue posible que Manny Pacquiao estuviera derrotado a Coto antes de subir? Esa son las cosas que no se explican claramente; pero que conociéndose que el objetivo es un PPV inigualable, a partir de lo que vende el Pretty Boy, tal vez aclare un poco las “entendederas” de los inconformes que, como yo, los hay.
Hay un detalle que nadie puede cansarse de repetir: Pacquiao no demostró en lo absoluto superioridad sobre el azteca Juan Manuel Márquez; vamos a ver la forma como funciona la maquinaria oficial de los “mandamases” que hacen las realidades del ring sin tirar un golpe, si dejando prevalece el juicio sensato a la evidencia del ring con la victoria de Floyd Mayweathers jr. o provocando que gane el filipino de forma mas impresionante que como resulto contra de la Hoya, contra Hatton; o contra Miguel Coto anoche en Las Vegas.
A mi modo de ver, Coto debe tomar con seriedad una decisión ante su futuro que no debería estar divorciada del retiro, por su salud como ser humano, por su familia y, por que no, por el propio prestigio que se ha ganado en tan duro y exigente deporte.
Por Andres Pascual, Cronista Deportivo Cubano y Ex Prisionero Político
