USA, 1 de septiembre de 2010. Bob Feller, Ted Williams, Joe Dimaggio y Mickey Mantle parecían familia de cualquiera en Cuba; el cubano, hasta mi época de pleno conocimiento (a partir de 1959-60) del deporte, manejaba estos nombres tanto y con tanta familiaridad que parecían un hijo, un hermano, un nieto o un sobrino por el cual se sentía un casi inmenso orgullo por su desempeño en los terrenos de juego del béisbol de Grandes Ligas.
El capitulo del pitcheo en Cuba se llamaba Bob Feller; ningún cubano, entonces conocedores formidables del juego osaba, como ocurre en la Cuba de hoy, comparar al Meteoro de los Indios de Cleveland con alguna estrella de factura nacional se llamara Adolfo Luque, Ramón Bragana o Camilo Pascual…antes el cubano sabia un poco mas que 2 mas 2 son 4 y bajo ninguna circunstancia eran presas tan fáciles del ridículo como en los tiempos que corren.
El “Colegial Feller” llego al equipo que inmortalizo a Tris Speaker a los 17, nunca había lanzado en el béisbol amateur y ese ano actúo en 14 juegos, con 8 aperturas y 5 completos, salvo 1 juego y concluyo la campana con 5-3 y 3.34 clp. Con el fusil de alto calibre que tenia tumbo a 76 en 65 entradas. Al Cleveland llego para quedarse.
Al mas grande pitcher derecho de la historia del béisbol, digan lo que digan, lo firmaron por un miserable dólar ($1) y una pelota autografiada. Piense en lo que le dieron a Contreras, a Chapman o al mismo Strassburg, cuya carrera esta en la cuerda floja ahora mismo y, después, convénzase sobre lo que significa el valor de rendimiento efectivo…
Bob Feller perdió sus posibles mejores 3 ½ años en las operaciones del Servicio Militar por la Segunda Guerra Mundial. Pero antes de ser reclutado ganó 27 juegos y abrió esa temporada (1940), con el único no hit no run que se ha lanzado hasta hoy en ceremonia inaugural.
A través de una carrera de 18 campañas, el tremendísimo Bob Feller gano 266 y perdio 162 con 3.25 clp. Impuso en 1938 el record de 18 ponches en juego de 9 innings. Sirvio 3 juegos sin hits ni carreras y 12 de un solo imparable. Según sus propias palabras, su mejor temporada fue la de 1946 en que logro record de 26-15 con 2.18 clp; 348 ponches (record hasta que lo supero Sandy Koufax a principios de los 60’s), 36 juegos completos y 10 lechadas.
Es el tercer miembro de más edad (91 años) que pertenezca al Salón de la Fama después de Lee McPhail y Bobby Doerr, que tienen 92.
A Cooperstown fue elegido en 1956 por la via de la Asociación de Escritores y Cronistas del Béisbol con 150 votos de 160 posibles.
La semana pasada circulo la noticia de que el gran pitcher estaba sometido a tratamiento de quimioterapia por padecer de leucemia, que se la detectaron en un conteo sanguíneo por fatigas que padecía. Hoy, según el Meteoro, se siente mejor, mas fortalecido.
Ojala Dios le acompañe y le permita vivir 91 o mas de los que tiene para que, además, siga deleitándonos con esas cosas tan suyas, tan de verdadero fuera de grupo como: “desde 1990 no han lanzado 5 pitchers en Grandes Ligas que hubieran podido hacerlo en mi epoca”; o aquella respuesta que dio cuando intentaron humillarlo por su velocidad con respecto a Ryan y a Clemens: “Tal vez Nolan haya tirado un poco mas duro que yo y, sin tener la mia, poseia una buena curva; pero ni tenia mi slider ni, mucho menos, mi control. Clemens no, ese no podía competir conmigo en nada…”
Por Andrés Pascual Cronista Deportivo Cubano y Ex Prisionero Político