No le creo ni al PPD ni a Obama. Desde un principio en este debate anticipé que el PPD no honraría su palabra de una Asamblea Constitucional de Status. Obama, por su parte, va a jugar con el status como gato con rajiero y va a llevarnos hacia lo que a Estados Unidos le interesa: un embeleco nuevo que parezca descolonizante sin serlo.
Me sostengo en que la abstención no es alternativa porque es un ejercicio en inercia del que nuestra historia ha sido víctima en más de una ocasión.
Repito algo que publiqué en END el marzo: No me convence el argumento de que un plebiscito amañado y no vinculante va a ser invisible en nuestra historia si lo dejamos pasar pitando y mirando para el lado. Mucho menos me convence el argumento de que quedamos mal ante una comunidad internacional que no nos va a resolver el status de Puerto Rico. Nos van a seguir queriendo mucho, nos van a tener una pena muy grande, pero no nos van a resolver el status.
Otra cosa que me inquieta es que las abstenciones no se traducen en campañas organizadas activas y rotundas para educar y convencer las masas. Son enfunchamientos de los más ilustrados, de los que tienen mayor cultura política. Los mismos que nos quejamos de que el país está en manos de ignorantes, confundidos y fanáticos. ¿No será una arrogancia olímpica? ¿No será miedo a no poder explicar nuestra incapacidad para convencer y nuestro pobre poder de convocatoria? Yo pregunto.” Termina la cita del escrito de la Periodista Ponceña Wilda Rodríguez.